domingo, 28 de octubre de 2007

K- Billy supersound.



Si amigos seguidores del movimiento sectario de la elegancia, donde los sombreros y las chaquetas son objetos de carácter religioso. Hoy, como cada vez que nos lo proponemos, hablaremos de un suculento disco que no podía demorarse mas en aparecer en nuestras filas. Sí, la k-Billy supersound, el sonido Tarantino.

El grandioso recopilatorio Tarantino connection formado por un variopinto y elegante elenco de artistas musicales, un disco imprescindible tanto para cinéfilos como para amantes de la buena música. Un repertorio musical dibujado a la "old school", todo un viaje de rediciones de temas clasiquísimos prácticamente sin variación o solo remasterizados, un viaje por grupos a los que ni siquiera conoceréis, un viaje por grupos que se les perdió la pista o, algunos, si conseguís encontrarla claro, os daréis cuenta que solo merecía la pena la canción editada en el disco. En definitiva un disco clásico para recordarlo por sus films o simplemente para disfrutarlo porque amigos de la elegancia, sinceramente, esto es música.

Todos recordaremos grandes temas asociados a grandes fotogramas que pasaran a la posteridad, esa gran apertura de un clásico como Pulp Ficion con un gran pica guitarras como Dick Dale en una de sus mejores rediciones de "Miserlou", y no la apestosa versión actual de un grupo que no quiero mencionar. Como no recordar la presentación de Reservoir Dogs con ese elenco de elegantes actores vestidos de negro, con esos andares chulescos al ritmo de un tema como "Little green bag" de George Baker, inconfundible para todo amante del cine, o a Uma Thurman conquistándonos junto al mítico Tony Manero en un baile ya clásico musicado por el gran Chuck Berry tocando en esa endiablada guitarra su "You never can tell". Todo este elenco de grandes personajes, grandes historias, grandes escenas termina de conquistar al público por la excelente elección del repertorio musical, el cual cuentan los rumores es elegido por la madre del Gran Hombre.

Como podría yo irme de aquí y terminar este post sin comentar los para mi tres mejores cortes de todo el disco, por un lado la que posiblemente sea la mejor canción del grupo Urge Overkill "Girl, you'll be a woman soon", por no decir la única que merece la pena escuchar de este grupo.
Aun así cremosos amigos os recomiendo encarecidamente esta canción con una letra impresionante y un sonido exquisito.
Otro de los temas que no podía pasar por alto en este podio que me he planteado yo solito es, y no quizás por que sea de los mejores si no porque soy un fan, el "Waiting for the Miracle" de mi querido Leonard Cohen un maestro de la palabra.

Bueno por motivos máximamente personales, y debido a que gracias a esta canción he descubierto a un grupazo extinto y olvidado, y que su sonido acoplado a las imágenes de la película son soberbios e históricos e de darle el oro a Steelers Wheel con su maravilloso y setentero folk rock en "Stuck in the middle wiht you" una fantástica canción.

Bueno amigos recordaos que esto es una opinión personal y por motivos ajenos a la música, en este disco hay mas joyas y muchos pensaran que mejores, para mi son todas geniales pero a estas tres les tengo cariño, no creáis que he perdido de vista el roquerazo audio de The Blaster "Dark night", o la fantástica versión de la mítica "Sweet Jane" de Lou Reed a cargo de la maravillosa voz de la cantante de Cowboys Junkis, o a Dire straits con su "Six blade night" y así podría seguir horas y paginas y meses así que amigos de la elegancia no perdáis el tiempo y enriqueceros con un sonido cien por cien elegante que me lo agradeceréis.






sábado, 13 de octubre de 2007

Pacto entre caballeros.


Como enviado especial para este pacto entre caballeros tenia adquirida y guardada con celo mi preciada entrada para el gran concierto(hablo de Serrat y Sabina en mi tierra). Todo preparado, el dinero ahorrado, el hígado curado, los pulmones alquitranados y una semana de machacarme las canciones para corearlas sin ningún fallo. Todo listo para afrontar "con elegancia" uno de los mas grandes conciertos que ha pasado por la plaza de toros Murciana, entradas agotadas desde hace meses, y 9.000 personas que............ ¡¡¡NO FUERON!!!
Suspendido por causas meteorológicas, ¿meteorológicas?, pero ¿qué coño es eso? ¿que llueve? soy un fan con una entrada comprada hace 5 meses, ¡no soy Mario Picazo! ¿creéis que me importa que llueva?, ¿mojarme?, o ¿que el bueno de serrat corra peligro de electrocución?; todo eso me importa un carajo quiero mi concierto, quiero cantar el blues de lo que pasa en mi escalera, quiero cantar al cristo de los gitanos, quiero ver a la guapa de Olga Román o al bueno de Panchito Varona.
Habrá que olvidar, y esta noche seguirán los bares abiertos como si no hubiese pasado nada, porque aquí en con elegancia los cabreos nos duran 500 días y 1 noche.

"Les presento a mi abuelo bastardo.
A mi esposa soltera.
Al padrino que me apadrinó en la legión extranjera.
A mi hermano gemelo patrón de la merca ambulante.
A mi tío el marino que tuvo un sobrino cantante.
Al putón de mi prima Carlota y su perro salchicha.
A mi chupa de cota de malla contra la desdicha.
Mariposas que cazan en sueños
los niños con granos,
cuando sueñan que abrazan a Venus de Milo
sin manos.
Me libre de los tontos por ciento de Trento
del business,
dando clases en una academia de cantos de cisne.
Heredé una botella de ron de un clochal moribundo.
Yo quería escribir la canción más hermosa
del mundo"
J. Sabina

The Last Waltz



Hoy estamos aquí para hablaros de una de las películas fundamentales en la historia del rock & roll. The Last Waltz. Así como obviamente en Canadá son semidioses, aquí en España The Band nunca tuvieron la difusión que, teniendo en cuenta sus aptitudes como instrumentistas y su calidad compositiva merecían. Por eso, en nuestro país se les asocia casi únicamente como el grupo que acompañó a Bob Dylan en un par de giras durante finales de los años 60 y en los 70. Por lo tanto, y partiendo de esta idea, sería conveniente para el lector hacer una pequeña reseña de quiénes eran realmente estos tíos y a qué es debida su importancia en la historia de la música del siglo XX. La formación definitiva de The Band, o lo que es lo mismo, Robbie Robertson, Rick Danko, Levon Helm, Richard Manuel y Garth Hudson comenzó sus andaduras musicales como acompañante del músico Ronnie Hawkins ya a principios de los 60. Eran unos músicos dotados con un talento fuera de lo común que en este caso ofrecían sus servicios al primitivo rock & roll de Hawkins para sus giras por Estados Unidos. Pero su historia como banda iba a tomar un giro definitivo el día que Dylan les echó el ojo. Fueron reclutados como banda para acompañarle en directo para su gira del 66 y prácticamente considerados protagonistas de la “electrificación” del hasta ese momento clásico sonido folk del amigo Bob. Ya durante esa gira y en “The Basement Tapes” se va esbozando y podemos ir adivinando lo que será el sonido clásico de the Band. Esto viene a ser, simplificando mucho y sin querer aburrir al personal, una mezcla de la música tradicional americana combinada con constantes ramalazos rock, blues, y soul. Su primer disco y probablemente el más celebrado fue Music From Big Pink. Antes de que protagonizaran este glorioso “último vals” del que quiero hablaros, fueron protagonistas en el festival de Woodstock, un lugar que era realmente su segunda casa y donde habían grabado con el propio Dylan. Lo cierto es que una vez establecidos como grupo independiente sin la necesidad de tener que amoldarse al estilo de ninguna estrella fue cuando la banda encontró su particular sonido y lo fue desarrollando con un nivel excelente al mismo tiempo que se perfeccionaban como unos auténticos virtuosos. El caso es que nuestros amigos estuvieron girando ininterrumpidamente durante unos 16 años ofreciendo esta combinación de sonidos sólo, y como nos gusta decir en “Con elegancia”, para paladares exquisitos.
Después de tanta vida en la carretera y el consecuente desgaste al que se ven sometidos los músicos, la banda decide poner punto y final a su carrera grabando “The Last Waltz”. Es una película dirigida por Martín Scorssese que recoge su concierto de despedida el 26 de noviembre de 1976 en el teatro Winterland de San Francisco. El film es acojonante de principio a fin e intercala las canciones del directo con entrevistas en las que los miembros de la banda van desgranando aspectos y anécdotas de su carrera. Lo que es el concierto puro y duro se transforma, como advierte el propio Robertson, en una celebración. Por ese escenario de San Francisco, the Band va interpretando sus clásicos acompañándose sucesivamente de auténticos dioses del rock. La lista de invitados no puede ser mejor. Por alli desfilan: Ronnie Hawkins, Dr John, Eric Clapton, Neil Youg, Joni Mitchell, Van Morrison y Neil Diamond entre otros, con la suma final de Ron Wood y Ringo Starr para interpretar “I Shall Be Released”. Pero por encima de todos hay un invitado que era irremediablemente el centro de atención, Bob Dylan, que nos enamora con su “Forever Young” y una sorprendente y rockera versión de “Baby, let me follow you down”
A un servidor de ustedes se le cae la baba divisando la “muvi”. El sonido es inmejorable. Hay momentos antológicos como la interpretación de Neil Young de “Helpless” que la lleva hasta límites insospechados, los guitarreos de Clapton y Robertson en “Further On Up The Road” o la interpretación que hacen junto con Muddy Waters de “Mannish Boy”. Además de ser unos poliinstrumentistas increíbles, tenían unas voces notablemente superiores a las de la mayoría de artistas del momento. ¿No me creéis? Escuchad a Rick Danko en “It Makes No Difference”. En las entrevistas, uno advierte que los tipos no solamente eran unos auténticos figuras en el escenario sino también fuera de él. Y tenían, creo que sin pretenderlo, un estilismo cojonudo. Dado que en “Con elegancia” tenemos una conocida debilidad por los sombreros, baste echar un vistazo a los que llevan nuestros amigos para darse cuenta de que lo que digo no es ninguna tontería. Es chocante comprobar que, teniendo en cuenta el petardeo de la época disco en la que se encontraban y que lo hortera en esos momentos estaba a la orden del día, este grupo conservaba una clase y una elegancia envidiables.
En fin, que al que lea esto quisiera decirle que por dios y por la virgen ponga la mula a funcionar para bajarse esta auténtica joya, y si es un sibarita de los buenos, que se acerque a comprarse la edición de lujo del dvd que mola más porque lleva una jam session hasta ahora inédita y más cositas bastante atractivas.
Decir también que después de este final, The Band, durante los ochenta volvió a reunirse para girar pero ya sin el guitarrista Robbie Robertson que siempre se cerró en banda a una posible reunión, convirtiéndose la banda por aquel entonces, desde mi punto de vista, en una simple sombra de lo que fueron. Vale, probablemente, dieran unos conciertos increíbles, pero ni por asomo esos tíos eran los mismos en vigor y actitud que aquellos cabrones que el día de acción de gracias de 1976 dieron una lección de tocar rock & roll.
En una de esas giras de los 80 Richard Manuel se suicidó perseguido por la depresión y el alcoholismo. Años después, la que, desde mi punto es la mejor voz del rock, la de Rick Danko, se apagó para siempre en 1999.
Pero siempre podremos recurrir a “The Last Waltz” para revivir esos momentos tan mágicos, para deleitarnos con estos musicazos, pera seguir creyendo para siempre en el amor a la música.

martes, 9 de octubre de 2007

Nacemos.


Ya está aquí. Después de muchos meses persiguiendo la idea de lo que sería "con elegancia", hoy, tanto Víctor (que es el verdadero padre de la criatura) como un servidor de ustedes podemos decir con el orgullo y el moquillo nasal propios del que ve gorjear a su primer retoño que nuestro proyecto es realidad. Sólo Dios sabe el trabajo que nos ha llevado dar a luz esta creación (menos mal que sólo lo sabe él).
Ignoro si para Víctor lo es, pero desde luego para mi el mundo del blog hasta las 20.17 de la tarde de hoy, era un terreno bastante poco frecuentado, tan poco como para Camarón lo eran los gimnasios. No sé cómo se escriben. Desconozco si los bloggeros o como narices se les denomine tienen algún tipo de lenguaje a su disposición a través del cual van utilizando términos solamente comprensibles por los habituales lectores, que, al fin y al cabo, sois los que vais a ir amamantando a la criatura.
De todas maneras, eso nos la viene sudando bastante. Lo digo porque muchos de vosotros que leéis esta primera entrada os estaréis preguntando qué cojones es esto de "Con elegancia". Pues bien, ni nosotros lo tenemos claro. Pero sí que me gustaría daros algunas pistas, para que luego no me tachéis de botarate, desconsiderado, mareaperdices o demás apelativos que en absoluto se me pueden asociar.
La idea era crear algo acorde con nuestros gustos musicales, cinéfilos, literarios y si me apuráis, hasta gastronómicos. Así se fue fraguando la idea de "con elegancia", un pequeño sitio en Internet dedicado al rock & roll (conciertos, discos, entrevistas...) al cine (críticas etc) y demás cosas que nos vayan aconteciendo en nuestra vida (ya de por sí bastante vulgar). Intentaremos hacerlo con esmero, con cariño, con humor, con whisky, con la colaboración de todos vosotros y con la ilusión de aquel que sabe se trae algo entre manos pero que no tiene una idea muy concreta de lo que es.
Como el bicho está en pañales, poco más os puedo decir, solo que os mantengáis atentos al blog que se irá actualizando con todas las ideas que rondan nuestras desocupadas cabezas, prometemos secciones divertidas, cosicas interesantes, cachondeo y, humildemente, hacer amigos a punta pala.
¡¡¡¡UN ELEGANTE SALUDO A TODOS!!!!

"Están desesperados... pero con elegancia".

Aníbal Sánchez Aullón