lunes, 28 de julio de 2008

Otra noche sin dormir.


Eso fue una noche, eso fue una noche de rock and roll, otra noche sin dormir, otra mañana de resaca.

Este fue básicamente el desarrollo de la apología del rock nacional que repartieron Aurora Beltrán, Barricada y el Papa Rosendo. Todo un espectaculo digno de ver toda una trallada de grandes clásicos de ayer de hoy y de siempre.

Empecemos por el principio: noche calurosa en Calasparra, no es de extrañar estamos en Murcia, el pueblo no parecía invitar mucho al jolgorio hasta el momento en que, necesitados por la falta de hielo para refrescar nuestras copichuelas encontramos un 24H llamado el Karloto con un fabuloso cartel donde te indicaba que era un autozer-bizio a lo que seguidamente repetía bajo el dibujo de un hombre borracho bizio, bizio, bizio........ y yo que me dije "Amigos esto ya promete".

Todo va sobre ruedas, entramos al concierto lo suficientemente etilizados como para no conducir pero lo justo para disfrutar; primero de una tranquila Aurora Beltrán en la cual nos seguimos atiborrando de copazos hasta el momento crucial.....aparece el papa con su acústica, y se sienta a tocar con la rubia su versión acústica de a las lombrices, espléndido, como siempre.
Después de este breve momento en el que creíamos que el viejo nos la iba a pegar sentados se levanta para dar un concierto con sus mejores temas, los de ayer, los de hoy y los de siempre con alguna que otra novedad en su repertorio de directo, alguna joya solo apta para fans del carabanchelero.
Cuando ya no se podía pedir nada más aparece en escena la madre, los barricada, todo un elenco de personajes del rock tocando como en Murciano se dice "a pijo sacao", todos los grandes temas que les han hecho estar donde están: Sofokao, Okupación, Blanco y negro, No hay tregua..... y la lista se extiende, pero el autentico climax llega cuando todas las bandas se juntan para darnos un deleite de canciones conjuntas entre las que destaco la muy humilde Mi tiempo de Rosendo que tocada con dos batería, cuatro guitarras, y mil wattios sonó, como decirlo bien....... De puta madre.
Aquello fue todo un festival toda una noche sin dormir y toda una aventura para volver a coger el coche de vuelta, aquello fue autentica pasión por el ruido.